Sostenibilidad

Guía: Inventario y reducción de emisiones de carbono empresarial.

Aprenda a calcular las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y reducir su impacto ambiental. Descubra por qué las empresas lo hacen cada vez más.


En los últimos años, la conciencia ambiental se ha convertido en un tema estratégico para las empresas de todo el mundo. Las organizaciones están cada vez más preocupadas por minimizar su impacto ambiental y demostrar su compromiso con la sostenibilidad. Una de las principales formas de lograr este objetivo ha sido a través de la elaboración de inventarios corporativos de emisiones.

Según el informe "Stories of Change" publicado por el Proyecto de Divulgación de Carbono (CDP), alrededor de 18.700 compañías, lo que equivale a aproximadamente el 50% del capital abierto en todo el mundo, informaron sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en 2022.

Recientemente ha habido un aumento significativo en el número de empresas que han adoptado esta práctica como estrategia para minimizar su impacto ambiental y demostrar su compromiso con la sostenibilidad, la transparencia y la responsabilidad social.

¿Quiere comprender más sobre el inventario de emisiones y por qué hacerlo? Solo tiene que seguir leyendo y encontrará algunas sugerencias para realizar el cálculo de emisiones en su empresa. 

¡Que tenga una buena lectura!

 

¿Qué es el inventario de emisiones?

Los inventarios de emisiones son herramientas utilizadas para la gestión de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). A través de estos inventarios, una empresa registra y documenta la cantidad de gases emitidos por ella en un determinado intervalo de tiempo.

Con estos datos en mano, la empresa puede medir la magnitud de sus emisiones, identificar las fuentes de emisión más relevantes dentro de sus operaciones e implementar medidas para reducir sus emisiones de GEI.

¿Cómo calcular el inventario de emisiones?

Para realizar el cálculo de las emisiones de CO2, es necesario seguir algunos pasos. En primer lugar, es necesario determinar el alcance del inventario, es decir, definir qué fuentes de emisión se incluirán. Las fuentes de emisiones pueden abarcar diversas actividades de las empresas, como la generación o el consumo de energía, el transporte, la fabricación de productos, entre otras.

A continuación, es necesario determinar el nivel de actividad de las fuentes analizadas. El nivel de actividad corresponde a la intensidad con la que cierta actividad fue realizada en un determinado intervalo de tiempo. Por ejemplo, si estamos calculando las emisiones de CO2 de un automóvil, la actividad sería la cantidad de kilómetros recorridos por el automóvil.

Por último, es necesario conocer el factor de emisión de cada actividad. El factor de emisión es un valor representativo que informa la proporción con la que determinado contaminante es emitido por determinada actividad. Estos valores son generalmente promedios obtenidos a partir de observaciones a largo plazo. Todavía utilizando el automóvil como ejemplo, el factor de emisión puede ser expresado como kilogramos de CO2 emitidos por kilómetro recorrido (kg CO2/km).

A partir de estos datos es posible calcular las emisiones de CO2 utilizando la siguiente fórmula:

 

Emisiones de CO2 = Nivel de actividad x Factor de emisión

 

¿Cómo calcular las emisiones del consumo de energía?

Una de las fuentes más comunes de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en empresas es el consumo de energía, y el cálculo de las emisiones provenientes de esta fuente es un componente importante del inventario de emisiones corporativas.

En este cálculo, el Nivel de Actividad corresponde a la cantidad de energía consumida en un intervalo de tiempo determinado. Esta cantidad se expresa generalmente en unidades como kilovatios-hora (kWh) o megajoules (MJ).

Para conocer con precisión la cantidad de energía consumida por la empresa, el monitoreo del consumo es indispensable. En este punto, las tecnologías basadas en Internet de las cosas (IoT) ofrecen una contribución significativa para la elaboración de inventarios de emisiones. Con las tecnologías IoT, es posible monitorear el consumo de energía en tiempo real y recolectar datos detallados sobre el uso de energía en cada equipo e instalación de la empresa.

Esto permite que las organizaciones identifiquen áreas con mayor consumo de energía y, consecuentemente, con mayor emisión de CO2, implementando medidas específicas para reducir el consumo en estas áreas.

Otro punto relevante para el cálculo de emisiones es identificar los factores de emisión que deben ser utilizados. En caso de que la energía consumida provenga del Sistema Interconectado Nacional (SIN), es decir, de la red eléctrica tradicional, deben utilizarse los factores de emisión divulgados periódicamente por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Información (MCTI) en su página oficial.

Estos factores de emisión varían de mes a mes y corresponden al promedio de las emisiones provenientes de la generación de energía a lo largo de ese mes, considerando todas las centrales eléctricas que están operando en ese período.

Si la energía consumida proviene de otras fuentes, como por ejemplo generadores o calderas, se pueden utilizar los factores de emisión compilados por el programa GHG Protocol. Estos factores son proporcionados por fuentes oficiales, como el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), y son calculados con base en una combinación de datos de fuentes primarias (estudios experimentales y mediciones de campo) y datos secundarios (informes de agencias gubernamentales y literatura científica revisada por pares).

Cada combustible tiene un factor de emisión específico, por lo que el conocimiento de la información sobre los combustibles utilizados para la generación de energía es indispensable para la elección de los factores correctos.

Una vez que tenga toda la información necesaria a mano, simplemente multiplique el consumo de energía por el factor de emisión correspondiente.

Por lo tanto, si una empresa consume 1.000 MWh de electricidad en un año, y el factor de emisión de su red eléctrica es de 0,5 toneladas de CO2/MWh, entonces las emisiones de GEE provenientes del consumo de electricidad serán de 500 toneladas de CO2.

Es importante destacar que diferentes variables pueden influir en el cálculo de las emisiones. Las emisiones de CO2 provenientes de la combustión de biomasa, por ejemplo, deben comunicarse por separado, ya que el carbono de estas emisiones se considera "carbono neutro".

De esta manera, se debe tener cuidado al calcular las emisiones de CO2 provenientes de la combustión de aceite diesel, ya que todo el aceite diesel comercializado en el territorio brasileño tiene en su composición una fracción de biodiesel que es determinada por el Consejo Nacional de Política Energética (CNPE). Esta fracción se cambia periódicamente y no tenerla en cuenta puede resultar en valores de emisión mayores que los reales, ya que el carbono liberado por la combustión del biodiesel es el mismo carbono que fue retirado de la atmósfera durante su producción.

Además, el CO2 no es el único GEE existente y tener en cuenta los demás gases es importante para asegurarse de que el inventario de emisiones sea lo más completo posible. Para ello, es necesario repetir el mismo cálculo, reemplazando los factores de emisión de CO2 por los factores de emisión de cada uno de los respectivos gases.

Al final de los cálculos, los valores obtenidos se pueden convertir en CO2 equivalente (CO2e) y sumarse, lo que permite agrupar las emisiones de GEE en un único valor.

 

¿Qué es CO2e?

El CO2e es una unidad de medida utilizada precisamente para comparar y agregar las emisiones de diferentes GEE y su uso en los inventarios de emisiones proporciona una medida total de las emisiones de estos gases en una determinada organización.

La conversión en CO2e tiene en cuenta el Potencial de Calentamiento Global, o Global Warming Potential (GWP), de cada gas, es decir, su capacidad para retener el calor en la atmósfera en comparación con el carbono.

Por ejemplo, el metano (CH4) tiene un GWP alrededor de 28 veces mayor que el CO2, lo que significa que una tonelada de metano emitida a la atmósfera tendría el mismo efecto de calentamiento global que 28 toneladas de CO2. El óxido nitroso (N2O), otro GEE, tiene un GWP alrededor de 265 veces mayor que el CO2.

Así, si una empresa emitió 100 toneladas de CO2, 5 toneladas de metano (CH4) y 0,5 toneladas de óxido nitroso (N2O) en un año, entonces las emisiones totales de CO2e serán:

100 toneladas de CO2 X 1 = 100 toneladas de CO2e

5 toneladas de CH4 X 28 = 140 toneladas de CO2e

0,5 toneladas de N2O X 265 = 132,5 toneladas de CO2e

Emisiones de CO2e = 100 toneladas + 140 toneladas + 132,5 toneladas

Emisiones de CO2e = 372,5 toneladas

Esto significa que, en términos de impacto climático, las emisiones de la empresa son equivalentes a 372,5 toneladas de CO2.

En resumen, el cálculo de las emisiones provenientes del consumo de energía puede ser complejo y requiere, ante todo, datos precisos y confiables.

Squair y Kipos cuentan con un equipo especializado en sostenibilidad y energía, capaz de ayudar a las empresas en todas las etapas del proceso, desde la recolección de datos hasta la elaboración del informe final. Además, utilizamos metodologías reconocidas internacionalmente para la elaboración de inventarios de emisiones corporativas, siguiendo las recomendaciones del GHG Protocol y del IPCC.

Con esto, ofrecemos una solución completa y confiable para que las empresas puedan medir y gestionar sus emisiones de GEE y, así, contribuir a un futuro más sostenible.

 

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